Mikayla Jackson

Mikayla, es una adolescente Argentina, cantante, compositora, cantautora, escritora, youtuber, bailarina, guitarrista, pianista, violinista, diseñadora de moda, productora, estilista, pintora, aditora, y dueña de multiples organizaciones

domingo, 30 de junio de 2019

parte 3 libro


14 de abril, 2018.
Querer ayudar y no poder es una de las frustraciones más grandes que hay. Sólo podemos intentar comprender que cada persona tiene sus propios tiempos para crecer, para aceptar, para entender y para cerrar ciclos. Cuando alguien no quiere ver o escuchar, quizás sólo sea que no puede hacerlo en este momento; y no hay nada que podamos hacer al respecto.
Odio ser tan inútil. Él siempre está ahí para mí. Tengo un problema en el trabajo, él me consigue los abogados. Tengo problemas de autoestima, él se las arregla para hacer sentirme hermosa. Tengo miedo, él lo saca de juego. ¿Por qué yo no puedo hacer lo mismo con él?
El trabajo lo está matando. La disquera quiere, exige, cosas de él, que Zayn simplemente no las va a hacer. Es su vida, su maldita música, su maldito dinero, ¿Por qué no dejarle hacer lo que él quiere?
Esa disquera al principio había sido una salvación para él. No le exigía nada que él no quisiese. Zayn podía componer su música. Podía tener el estilo que él quisiese. Y eso vendió, vaya que medio. Pero lo presionan demasiado.
Eso se suma a que la prensa le odia. Y es mi culpa. Él podría pasar por el rompecorazones de Hollywood, pero gracias a nuestra relación, es tomado por el chico malo de Hollywood.
La disquera lo presiona. La prensa lo presiona. Intentar ocultarme todo esto a mí, era más presión.
Cuando le pregunto que tiene, me dice que nada. No quiero insistir, a mí me gusta que me dejen sola cuando estoy mal, pero él nunca lo hace, así que yo tampoco lo hago. Veo un mensaje en su celular, uno de sus amigos que trabaja con él, dice que su manager esta como un puto loco. Entonces comprendo que lo despidió. Otro motivo de presión.
Se sienta en el sofá y con frustración se lleva las manos al rostro. Entonces me critico a mí misma. Mikayla, coño, ¿Por qué mierda estas aquí si no vas a mover el culo siquiera?
Camino a él, y lo abrazo por atrás del sofá.
-¿día largo?
-no tienes idea-me dice despegando las palmas de las manos de su rostro. Intenta sonreírme, pero no puede. No quiero que intente tranquilizarme. Vuelve su vista hacia delante, no quiere verme.
Llevo mis manos hacia sus hombros, y comienzo a darle un masaje, no se me ocurre algo mejor. Luego de unos segundos, siento como se relaja y apoya más su espalda en el sofá. Sé que esto no va a solucionar sus problemas de trabajo, pero si hará que se aleje de ellos.
Luego de un rato, se despega de mí y se quita la camisa <estamos subiendo el tono>, pienso. Pero se vuelve a recostar sobre el sofá, y le sigo haciendo masajes. Es más fácil sin la camisa.
Le hago masajes en la espalda hasta que me duelen las manos. Cuando me detengo el arroja la cabeza hacia atrás.
-cada día te amo más, cariño-eso me hace sonreír. Vuelvo a abrazarle y le beso, el me lo devuelve.
-¿Qué tal si seguimos en la cama, bebe?-le susurró al oído. Siento su sonrisa en mi mejilla. Atrapa mi cadera en sus  manos y me besa hasta llegar a la recamara.
El resto de la noche bromeamos mientras comíamos pizza vegetariana.
Zayn me era fiel. En la cama él, tenía la sensación física y directa de su devoción hacia mí, tanto como de su amor. Su lealtad fue parte integral de la felicidad de esos meses de verano.
3 de mayo, 2018.
Siempre me llamo la atención la forma en la que cogía la guitarra. No apoyaba sus yemas; clavaba sus uñas en las cuerdas. Era extraño, pero lo hacía único.
Él estaba en silencio escribiendo un par de partituras nuevas en una hoja. Estábamos sentados en el suelo del estudio de grabación de su casa. Él tenía una guitarra entre sus manos, yo una computadora.
Podía asegurar que hacia minutos lo observaba, es que, ¿Cómo no?
Estaba malditamente guapo; llevaba una camisa blanca con los primeros botones sueltos, un leggin negro sin cinturón e iba descalzo. Sus cabellos caían sobre su mirada hacia el suelo donde se encontraban las hojas.
Era una pose desalineada y grunge, pero que le quedaba jodidamente bien.
De la nada, el levanto su vista hacia mí y clavo sus ojos en los míos, tan intensamente que tuve que correr mi mirada de él.
Y él me miraba sonriendo como si yo fuera hermosa, o como si fuera el paraíso, una maravilla o la criatura más bella del universo. Me miraba con esos ojos cafés penetrantes y esa sonrisa sincera y juguetona en los labios. Yo amaba cuando él me miraba así…
-¿me escuchaste?-pregunto. ¿Qué? ¿Había siquiera hablado? Parecí despabilarme en unos segundos-sé que tu vista debe ser perfecta, pero ¿podrías pasarme las plumillas que están tras tuyo?
El infierno debía estar más frio que mi cara en ese momento. Así que simplemente se la pase mientras escuche su risa. Tomo la plumilla en su mano y se acercó a mí.
-eres tan hermosa cuando te sonrojas-y me beso.
13 de mayo, 2018.
Mirábamos una película sentados en el sillón de su casa. Tenía un tazón con galletas y las comíamos en silencio.
Me gustaba cuando estábamos así; sin importar nada, un poco fuera del mundo.
Las parejas siempre parecen tener un afán con conversar todo el rato, y cuando ya no saben que decir, parece ser el momento del problema. Zayn y yo no éramos así.
A veces se generaban silencios inmensos y profundos en la sala, y a ninguno de los dos le molestaba. No eran silencios incomodos. Eran silencios que en su alma decían “cállate, necesito mis momentos para pensar”.
Yo me reía de la película mientras me comía galleta tras galleta. De un momento a otro, sus labios pasaron de posar una leve sonrisa, a casi lanzarse sobre mí y darme un ligero beso en la comisura del labio, para luego lamerlo un poco.
Y así de rápido como paso, se acabó. Alejo su cara de la mía y me miro divertido.
-tenías migajas de galleta en los labios, debía quitarlas-dijo mirando al frente con su sonrisa de maniático.
-y que manera de quitarlas, de haberlo sabido antes me hubiera embarrado de galletas por todos lados-en el instante que lo dije me arrepentí. Zayn se carcajeo roncamente, yo me puse de todos los colores.
Luego cogió mi mentón con sus manos y me dio un beso intenso.
-te amo tanto querida. El amor tiene una cualidad especial entre tantas otras; hace perfecto lo que ya de por si es bueno. Y tu cariño, eres maravillosa.
-sigue-le dije como en un sueño-dime más. Es maravilloso ser amada por un hombre como tú. Muchos dicen “te amo” una vez, como quien se compromete por escrito firmando un documento y eso es todo.
-muchos se pierden uno de los placeres del amor, entonces.
21 de junio, 2018.
-hoy no podré verte, nena-me dijo tras el teléfono-tengo mucho trabajo, no podré ir a la cuidad.
Eso me entristeció bastante, era el primer día que no nos íbamos a ver desde que trabajaba en el álbum, pero no iba a demostrar mi tristeza.
-tranquilo Zayn, trabaja mucho-me despedí. Él se rio.
-tú también, cariño-y colgó. Suspire y salí de casa.
Pase todo el día en la sala de coreografías ensayando un baile para la nueva canción. Hoy por alguna razón no tenía ganas de nada.
Cuando estuve cansada, me senté en el piso del estudio y cogí el celular. Y ese día hice por primera vez lo que supe por el resto de mi vida que no debía hacer: busque mi nombre en twitter.
¿Saben cuándo un artista dice que puedes tener cientos de mensajes de apoyo pero cuando tienes uno malo, se queda en tu mente? Bueno, es verdad.
La gente parecía odiarme más de los que me querían. Odiaban mi forma de ser, odiaban nuestra relación.
Nunca me importo lo que la gente dijera de mí. Pero venia teniendo no exactamente la mejor semana de mi vida, y algunos mensajes eran fuertes.
Sin darme cuenta ya había caído una lágrima de mi mejilla. ¿Por qué? Yo nunca lloraba. Debía estar estresado por tanto trabajo.
Luego de unos minutos, mi celular sonó. Lo deje y seguí ensayando. Volvió a sonar, y unas dos veces más. Lo deje sonar. Me terminé duchando y antes de irme a casa, sonó una vez más, esta vez lo cogí.
-hola, ¿Mikayla?-dijo Zayn entre preocupado y enfadado desde el otro lado de la línea. Intente estabilizar mi voz.
-hey-dije con falsa alegría pero mi voz sonó demasiado temblorosa, y él lo noto.
-mierda, ¿Qué te pasa, Mikayla? Voy enseguida-dijo precipitado-¿es culpa mía, por no ir? Lo siento, lo siento tanto-dijo casi gritando. Me hizo reír su preocupación acelerada.
-no seas bobo, estoy bien, solo…  estoy un poco agitada, estuve ensayando.
-no me mientas-dijo seco.
-no lo hago, bebe. Estoy bien, ¿para qué llamabas?-cambie de tema.
Pero en el resto del día no volví a llorar. Lo único que necesitaba era escuchar su voz.
Pero en cierto modo eso me hizo sentir miedo, autentico miedo, por la forma en la que me estaría haciendo emocionalmente dependiente de Zayn.
10 de julio, 2018.
De papá, todo es de papá, no importa quién seas importa hijo de quién sos. El hijo de papá hace y dice lo que quiere porque de última viene papá y paga los platos rotos. 
La vida es una ruleta y hay pocos números ganadores, seguro que vas a perder salvo que seas un príncipe o el hijo del presidente. 
Si existiera la cigüeña yo me haría un guiso de cigüeña porque ella es la culpable de todo. Depende de dónde te deje, tu vida va a ser buena o un infierno. 
Pero si no sos hija del rey hay otra manera de ser princesa... casarte con un príncipe. 
En la vida nada es real, todo es virtual, depende del vestido que te pongas la fiesta a la que podes entrar. 
Todo depende de qué pieza te toco ser del ajedrez, si te toco ser reina o si te tocó ser peón tu vida va a ser muy distinta. 
Lo sueños y los deseos son engaños para que por un rato te sientas una princesa y te olvides que sos cenicienta. Pero tarde o temprano se hacen las 12 y el vestido son trapos. 
Todos somos el dibujo de un pintor, alguien decide qué lugar vamos a ocupar dentro de la pintura. 
En la vida hay dos clases de personas, actores y espectadores a uno le pasa todo lo bueno, los otros, miramos. 
La libertad es una ilusión nadie hace lo quiere, ni siquiera lo que puede. Todos hacemos lo que otros quieren. 
Estoy harta que las miradas se la lleven otros, que el amor sea para otros, que la felicidad sea para otros. 
El mundo es de los otros. Pero no, eso que está ahí y parece al alcance de las manos jamás lo vamos a tener. 
Los privilegiados, los elegís, nunca pierden. 
¿Estas cansada de ser una espectadora? Anda y se protagonista. ¿Queréis algo? Pelea por eso. No eres la casa donde naciste, sos la casa dónde vos construyas. Vos no sos los padres que te tocaron, son los aliados que vos elegís. Rompé ese espejo que te devuelve esa misma imagen de vos, elegí ser otra, poder elegir eso es mucho más que un privilegio. Vos no sos tu destino, sos el camino que vos mismo te abrís. Hasta el hijo del presidente sufre, teme y necesita lo mismo que vos. No hay privilegiados, hay privilegios. Y al privilegio del amor todos tenemos acceso.
20 de agosto, 2018.
Estaba intentando escribir mis partituras en la planilla, pero los insistentes besos de Zayn en mi cuello me distraían.
-joder, Zayn, deja de besarme-el me miro a los ojos unos segundos con su sonrisa burlona.
-eres lo más adorable que he visto en mi vida-me explico luego de unos segundos-si te gustan, ¿Por qué me pides que lo deje? Tu lógica es fascinante.
-lo descarado que eres es aún más fascinante-lo contradije iracunda, él sonrió.
-¿Qué quieres decir?-frunció el ceño, como si me amenazara con ello. Yo puse los ojos en blanco.
-¿siempre vas así por la vida sin tomarte en serio nada de tu trabajo?-él se rio.
-tu deberías saberlo, eres mi novia, vives todos los días conmigo dímelo tú, ¿crees que no me tomo en serio mi trabajo?
-creo que no te tomas en serio nada-explique-es casi injusto, yo y otros artistas nos matamos ensayando y trabajando para tener el éxito que tenemos, para ti una botella de tequila es suficiente para componer todo una álbum-dije casi indignada. El me miraba como si fuera un enigma ante sus ojos.
-no es tan sencillo para mí. No es solo la botella de tequila, amor. Soy  fiel a mi musa, la mejor musa que he tenido-fruncí el ceño.
-¿a si? ¿Y cuál es tu musa, señor “soy tan perfecto”?-él sonrió ante mi comentario.
-tu eres mi musa-y termino besándome.

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